Juan Daniel Choque Oviedo (2007)
MIGRACIÓN
La emigración consiste en dejar el
propio país o la propia región para establecerse en otro sitio. Forma parte del
concepto más amplio de las migraciones de población.
Los países que registran más
emigración en la actualidad son los pertenecientes al denominado Tercer Mundo o
países en vías de desarrollo, pero en otras épocas fueron los europeos quienes
emigraron a otras naciones en busca de una mejor vida.
Las emigraciones han llegado a ser
uno de los problemas más graves que enfrenta hoy la humanidad, por la
precariedad en que deben vivir millones de desplazados.
Los problemas de la emigración son
diferentes: los que se van tienen un efecto similar al de la disminución de la
natalidad, lo que para los países de natalidad alta será un alivio. Los que
vienen tienen que integrarse en el nuevo país, primero laboral mente con una
legalidad en permisos, identificación, seguridad social y educación; al mismo
tiempo culturalmente, por el idioma nuevo, cuando es diferente del suyo, en
cualquier caso deben asumir las nuevas costumbres y formas de vida. Los valores
serán de diferente intensidad, por ejemplo el concepto de amistad, de servicio
comunitario, de tiempo libre, de horarios, de comidas, de familia, de folclore,
de gustos artísticos; estos nuevos o modificados valores se deberán atemperar
con los suyos de origen para evitar problemas inútiles, pero la diversidad
cultural y la diversidad de idiomas, de religiones, puede ser enriquecedora a
veces, y creadora de conflictos graves en otros casos. De todas formas no serán
estas cuestiones los principales problemas, salvo que haya una fuerte
discriminación por los nacionales o por otros grupos de emigrantes.
Los problemas más graves y de
diferente intensidad según países son documentos de identidad legales o permiso
de trabajo legal. Para sobrevivir los adultos y sus familias necesitan
trabajar, salvo que sean jubilados y vengan por re agrupación familiar. El
Estado debe proveerles de identidad, moral y psicológicamente es preciso. Como
los mismos emigrantes reclaman: 'sólo venimos a trabajar en labores que los
nacionales no quieren hacer'. Los hechos demuestran que no es tan fácil la
cuestión, pero si se superan discriminaciones y se pone buena voluntad
—diálogo— por ambas partes de seguro que se va por el buen camino.
INMIGRACIÓN:
Inmigración es la entrada en un país
de personas procedentes de otros lugares. Un inmigrante es alguien que cambia
de país de manera permanente. Puede incluir a las migraciones masivas
producidas antes de la consolidación de un Estado Nación, y también a los
desplazamientos dentro del mismo país: migración interna y éxodo rural. La
emigración es un fenómeno inherente a ésta, pues se refiere a la salida del
país o lugar de origen, de manera que cualquier inmigración tiene como
contrapartida una emigración previa.
La inmigración es uno de los
fenómenos mundiales más controvertidos. Todas las naciones desarrolladas (y
buena parte de las subdesarrolladas) restringen fuertemente el flujo
migratorio, justificándolo económicamente en la competencia desleal que
representaría para los ciudadanos una mano de obra a bajos costes y la carga
que representarían los inmigrantes a los servicios sociales de carácter
público. La razón de fondo puede ser muchas veces el temor de que la cultura
nacional se vea ahogada por una oleada de inmigrantes, especialmente cuando los
inmigrantes son de otra raza, religión o idioma. El aumento de la inmigración
en Europa se ha combinado con la xenofobia tradicional. A pesar de las razones
aducidas, la política de cierre de fronteras plantea serios problemas de
respeto a los derechos humanos. Especialmente, cuando un país pide a otro que
no permita la libre salida de sus ciudadanos. En este caso, se produce una
clara violación del artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, que reza así:
- Toda persona tiene derecho a
circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
- Toda persona tiene derecho a salir
de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Sin embargo, es justo
reconocer que los Derechos Humanos a escala internacional no pueden ir (en la
práctica), en contra o por encima de los derechos humanos de la población de
los países de inmigración. Pensar lo contrario sería inconcebible, sobre todo porque
los países receptores de inmigrantes no podrían resolver el problema de la
superpoblación del sureste asiático, para citar un ejemplo. Más bien es al
revés: la inmigración en los países desarrollados, suele tener partidarios
(sobre todo entre las clases más poderosas económicamente) para cubrir las
necesidades de dichos países especialmente en lo que se refiere a disponer de
mano de obra barata y mantener los salarios relativamente bajos, aún a costa
del perjuicio social que se pueda cometer con la población obrera autóctona. Y
en el país de emigración tampoco suele ser una solución por el hecho de que los
que han emigrado son, precisamente, los que tienen mayor afán de superación e
incluso mayor nivel de preparación. Las remesas de los inmigrantes a sus países
de origen suele compensar los aspectos tan negativos de la emigración, aunque
también ello crea un problema en el país donde viven esos emigrantes.
CAUSAS
DE LA MIGRACIÓN:
Las migraciones tienen consecuencias
directas e indirectas tanto en los países o áreas de emigración como en los de
inmigración y en ambos casos, pueden tener efectos tanto positivos como
negativos:
Constituyen consecuencias positivas:
el alivio de algunos problemas de superpoblación; el logro de una mayor
homogeneidad cultural o política (los más descontentos son los que primero
emigran, quedando sólo los más conformes que suelen estar de acuerdo con su situación socio económica o política); la disminución de la presión sobre los recursos; la
inversión de las remesas de dinero que envían los emigrantes; la disminución
del desempleo; el aumento de la productividad y el aumento de la venta de
productos en otros países.
Y constituyen consecuencias
negativas: la desvitalización; el envejecimiento de la población (porque los
que emigran suelen ser jóvenes); el que la población que queda se hace más
tradicionalista, conservadora, y más reacia al cambio; pérdidas en lo que se
refiere a la inversión que se ha hecho en la población emigrante (educación,
salud, etc.); suelen irse las personas más productivas y con mayor afán de
superación; disminución del consumo.
Otra consecuencia negativa
importante esta constituida por la secuencia de desestabilización de la
familia, y la formación de grupos familiares con alta vulnerabilidad.
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